jueves, 29 de julio de 2010

La Refugiada



Lloraban los niños, la policía empujaba, los novios se despedían, los pasajeros estiraban los brazos por las ventanas. Cuando el tren se puso en marcha apretó los puños. Papi y la Bruja, tomados del brazo, blandían cada uno un pañuelo y le decían adiós.

El tren atravesó los Pirineos. En San Sebastián Leonor abordó un vapor noruego. Un viaje triste en el que nadie despegaba la vista del cielo, por si llegaban los aviones en picada, ni del mar infestado de submarinos. Al segundo día una costa verdosa se asomó en el horizonte.

Le abrieron los libros y leyeron sus cartas. La llenaron de preguntas, una y luego otra, sin parar, y Leonor con su inglés flojo se confundía, se fregaba. Poco faltó para que la botaran en un barco rumbo a Lima y le dijeran adiós, bye bye, sweetie, directo a los brazos de la tía Eduvigis García, a rezarle a San Martín de Porres.

Al tercer día el abogado la logró sacar. Había llegado sana y salva, ahora le tocaba sobrevivir en un país en guerra.

jueves, 27 de mayo de 2010

¿Londres?


Papi quiere que vuelvas al Perú, carajo... Pero tú ni muerta... ¿A rezarle a San Martín de Porres con la tía Eduvigis? Además están los submarinos alemanes, como tiburones en el mar.

Entonces la Bruja saca la voz, su vocecita esa:
Leo tiene razón, Luis. Además tu padre todavía tiene ese departamento tan lido en Londres. ¡Un barrio estupendo, Leo! A ti te va a encantar...

Papi se muerde la lengua pero al final dice que sí. Es el mal menor pues. Se encarga de los visados, te da un cheque por 150 francos suizos y la dirección de un abogado.

Adiós, hijita, te dice sollozando en la estación de tren.

Lloran los niños, la policía empuja, los novios se despeden, los pasajeros estiran los brazos por las ventanas. Tú partes a Londres, a lo desconocido.



"Alerta de Bombardeo", programación radial, Francia, mayo de 1940

martes, 25 de mayo de 2010

Mamenka



En tu maleta iban las seis cartas.

Me llamo Olga y soy tu madre... Ta mère... ta Mamenka...

Recuerdo del primer encuentro en la Place Saint Sulpice... ¡Qué grande que estabas! Y te costó reconocerte en esa mujer alta y bella, que fumaba sin parar. Llevaba un conjunto de dos piezas de seda estampada color caqui, y un turbante negro de Jean Blanchot. Se vieron unas siete veces, como a escondidas. En algunas te pidió dinero, en otras te invitó el café. Solía estar bien vestida y los hombres la miraban.



Hedy Lamarr y Charles Boyer en ARgel (1938) versión norteamericana de Pépé-le-Moko, clásico francés de entregerras. "La mitología del fracaso, de los marginales y los perdedores... un populismo romanticón"

lunes, 24 de mayo de 2010

Papi


En 1919 Papi quería ser poeta. Era un pituco limeño, vivía en París comiendo poco y mal y bebiendo el licor de las vanguardias.

Fue dadaísta, surrealista y creacionista, sacó algunas fotografías, escribió y publicó un par de libritos. Tenía novias rusas.

Veinte años más tarde era masón y diplomático, un funcionario medio de la embajada peruana en París.



El Perro Andaluz (1928), quintaesencia del cine surrealista, guión basado en los "sueños" de Buñuel y Dalí, escrito con la técnica del "cadáver exquisito." Cualquiera que haya visto una alusióm homofóbica a García Lorca es un perro andaluz...

Sálvese Quién Pueda


Papi es diplomático, tiene conexiones. Consiguió boletos para Burdeos esa misma tarde.

Allá van con sus maletas y lo puesto, a la estación Montparnasse. Miles de refugiados se agolpan en los andenes. Los niños lloran, la policía empuja, los novios se despiden y los pasajeros cuentan historias terribles en cinco idiomas.

El tren parte con retraso. Se detiene en Châtellerault, Poitiers, Ruffec, en Angoulême y en Libourne. Los caminos están repletos de carros y camiones. Los aviones pasan por encima y los pasajeros se asoman por las ventanas, cada vez más asustados.

Llegan a Burdeos justo para oír la última transmisión de la Marsellesa.

Todos lloran. Francia se jodió.



Última transmisión radial oficial de la III República. La Marsellesa llena de estática e interferencia, captada probablemente por una estación militar alemana.

Punto de Partida


Eres peruana, tienes veinte y pocos y vives en París con tu papá.

Los alemanes están por llegar. Tienes que metir lo básico en un maleta.

¿Qué llevarías?

Las cartas de Mamenka
Foto de Papi
Set de servilletas femeninas Modess
Perfume Bois de Jasmin de Coty
Esmalte de uñas

¿Tienes un oso? ¿Un Teddy Bear? ¿Un Nonours?

¿Se me olvida algo?